sábado, 8 de enero de 2011

SUBIR AL ÓMNIBUS CON CERTIFICADO DE SEXO


LA VOZ DEL INTERIOR

UN PUNTO EN EL MAPA

¿Sexos separados en el ómnibus?

En algunos aspectos, Israel es un país del Primer Mundo; en otros...
Esto apareció en Aurora, es un cable de la agencia EFE que refleja algunos de los conflictos que provocan la convivencia de sectores fundamentalistas judíos, con religiosos moderados y laicos.
Puede parecer un tema menor cuando se contrasta con la gravedad de la situación en Medio Oriente, pero no lo es. Los sectores ultraortodoxo tienen peso político gracias al sistema parlamentario israelí, que obliga a alianzas impensadas. Como estos grupos representan al 10 por ciento de la población terminan siendo una pieza apreciada por quienes necesitan formar gobierno. Las condiciones que imponen estos grupos para asegurar las políticas del primer ministro de turno tienen que ver con lo religioso pero se imponen a todo los habitantes del país, con las consiguientes molestias.


Mi comentario publicado como SEPTUAGENARIO:
Es la aberrante concepción del pecado –de la "concupiscencia"– en los monoteísmos. Todos los fundamentalismos, no solo los religiosos, padecen de una visión patológica de la realidad. Pero no nos vayamos tan lejos; aquí también tuvimos extremistas que bautizaron despectivamente "cabecitas negras" a los mestizos y provincianos. Hoy agregaron a su identidad elitista a los inmigrantes de los países vecinos.

 

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