¿La autoproclamada mesa de Enlace –no sé por qué se maridan la Sociedad Rural y los pequeños chacareros o en otros términos el caviar y el mondongo–, no se expedirá sobre aquellos de sus representados que se apoderan de las banquinas de rutas nacionales para sembrar y consechar soja?
Eso es un delito.
Pero su voraz afán de lucro los lleva incluso a violar la ley.
¿Y si un vagabundo se introduce en sus campos y les roba un par de lechones? Es exactamente lo mismo.
Choro el uno y choro el otro.
Pero el escenario ha cambiado; no estamos en el 2008. Pues con el justo reclamo contra las multinacionales que se les quedan –como siempre lo hicieron–con la parte del león, están deslizando de contrabando, el costado político/partidista en la protesta para apoyar a quién ya les hizo un guiño capcioso para ganar su favor.
Ahora algunos debieran revisar los libros de historia y/o recordar los comentarios familiares sobre la Gran Marcha sobre Roma. Pocos años después, quien ingresó triunfante al frente de la misma, terminó colgado cabeza abajo y con el escupitajo general de sus otroras seguidores.
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