El golpe ha sido certero. Planificado meticulosa e inteligentemente.
Pero no hay inteligencia que valga si carecemos de la materia prima. Y esa la suministró el propio ex legislador.
Pero él es sólo una mínima parte de un gran ensamble.
Más terminará zafando pues tiene a su favor el as de espadas. Si no lo cubren para salir del berenjenal: habla.
Y si habla se pudre todo.
Hay una cosa indubitable. Si el candidato de la sonrisa esplendorosa pocas ganas tenía de subirse a la contienda provincial; ahora menos que nunca.
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