Las creencias religiosas son cuestiones esencialmente privadas, –vínculo íntimo de cada ser humano con su divinidad–.
Imponer por la fuerza opresiva un determinado canon a toda la comunidad, aunque fuere de soslayo como la entronización de imágenes en ámbitos oficiales, atenta contra las más elementales normas de la convivencia humana.
El estado argentino es y debe ser laico pues su pueblo está conformado por descendientes de todos los grupos étnicos y todas las culturas; incluso las autóctonas, aquellas a las que la Iglesia Católica contribuyó a su degradación y exterminio.
Y nadie que menos Aguer puede hablar de persecuciones. Un convicto y confeso colaborador y cómplice de la última dictadura militar-cívico-eclesiástica que ocasionó miles de asesinatos y desapariciones.
Leer el libro, ampliamente documentado de HORACIO VERBITSKY "La mano izquierda de Dios" - Historia política de la Iglesia Católica.
Y aprenderán quién es este bendito arzobispo Aguer
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