martes, 16 de noviembre de 2010

CON LAS MANOS MANCHADAS

Las creencias religiosas son cuestiones esencialmente privadas, –vínculo íntimo de cada ser humano con su divinidad–.
Imponer por la fuerza opresiva un determinado canon a toda la comunidad, aunque fuere de soslayo como la entronización de imágenes en ámbitos oficiales, atenta contra las más elementales normas de la convivencia humana.
El estado argentino es y debe ser laico pues su pueblo está conformado por descendientes de todos los grupos étnicos y todas las culturas; incluso las autóctonas, aquellas a las que la Iglesia Católica contribuyó a su degradación y exterminio.
Y nadie que menos Aguer puede hablar de persecuciones. Un convicto y confeso colaborador y cómplice de la última dictadura militar-cívico-eclesiástica que ocasionó miles de asesinatos y desapariciones.
Leer el libro, ampliamente documentado de HORACIO VERBITSKY "La mano izquierda de Dios" - Historia política de la Iglesia Católica.
Y aprenderán quién es este bendito arzobispo Aguer

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